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jueves, 27 de mayo de 2010

Desempleo en Colombia: discriminación o inconsecuencia por parte de muchos empleadores


La discriminación laboral que afecta a las personas mayores de 35 años, debido a preferencias y prácticas irresponsables en la selección de personal…


El desempleo ha sido uno de los factores mas importantes que afecta el desarrollo económico y social de un país, por supuesto afecta todos los campos que mueven a la sociedad deteriorándolo y paralizándolo culturalmente, afecta la salud, la educación, la seguridad, la productividad, la moral y en general la calidad de vida de sus habitantes.
Desde que tengo uso de razón he escuchado hablar de desempleo en mi país, se mencionan índices que suben y bajan independientemente de la clase de gobierno en turno, dictados por los organismos competentes (creo que es el DANE en Colombia) cifras que no coinciden con la realidad de este problema para quienes lo vivimos de manera mas directa, para el pueblo.

Precisamente no quiero hablar de cifras ni de resultados políticos, quiero hablar concretamente de la repartición equitativa del empleo, de la oportunidad de trabajo para todos y de la limitación de oportunidades ante el crecimiento desmesurado de la población.

Empecemos por mencionar que para conseguir un empleo se hace necesaria la colaboración directa de alguien con influencia dentro de una institución, organización o empresa a la que pretendamos ingresar como trabajadores. El la gran mayoría de los casos no son suficientes ni las capacidades, ni la experiencia, ni la preparación, ni la dignidad de un historial correcto en la vida laboral, sino que se hace indispensable la influencia por parte de terceros que actúan como “recomendadores” (lo que llamamos palanca) para obtener la oportunidad de calificar ante una oferta de trabajo.
Esto tiene mucha relación con otro caso a mencionar, la edad productiva como consideración para la adjudicación de un empleo, se limita la aceptación por parte de los empleadores a aquellas personas que tengan mas de 35 años de edad, algo que considero discriminatorio y además bastante equivocado desde varios puntos de vista: La experiencia es un factor de vital importancia en el desarrollo de cualquier actividad para obtener los mejores resultados, en casos normales un ser humano es productivo y conserva la mayoría de sus capacidades físicas y mentales por lo menos hasta la edad 50 años y al contrario de desestimársele, debería reconocérsele el valor que acredita su experiencia laboral; pero aquí hay otro factor importante que parece que los empleadores no entienden o no toman en cuenta, ese individuo mayor de 35 años es casi seguro que conforma una familia y que tiene de 1 a 3 hijos a quienes respaldar económicamente, estos pueden ser niños estudiantes de primaria o secundaria como pueden ser también jóvenes en proceso universitario por los cuales tiene que velar este padre de familia.


Entonces predomina una gran indiferencia en cuanto a esta problemática y además se actúa con inequidad por parte de los empleadores, así pues la empresas prefieren brindar las oportunidades laborales a jóvenes que acreditan varios títulos universitarios (sin evaluar su calidad ética y profesional), jóvenes que ostentan muy buenas imágenes personales, jóvenes que no están comprometidos con obligaciones o cargas familiares, pero lo mas importante es que además cuentan con el factor influencia de terceros lo que rompe cualquier proceso electivo honesto y con objetividad.
No quiero decir que los jóvenes no tengan derecho al trabajo, por el contrario ellos son el futuro y el desarrollo de una nación, ellos tienen la fuerza y la vitalidad para emprender las mas arduas y difíciles tareas, ellos tienen latentes sus capacidades de aprendizaje y fortalecimiento además de muchos otros aspectos importantes como lo son sus metas, sus ganas de alcanzar el éxito, su tranquilidad espiritual, etc.

El problema radica en la falta de ética y responsabilidad que demuestran muchos de ellos, en la falta de compromiso moral y social, en la adopción de comportamientos egoístas con tendencia únicamente a la búsqueda del beneficio propio; además un alto porcentaje de jóvenes que obtienen muy buenos ingresos, no tienen obligaciones económicas familiares o no las asumen, en fin hay un sin numero de factores que descalifica a muchos de estos jóvenes para que tengan estos privilegios laborales.
Desafortunadamente y aunque parezca muy dura mi critica, todo esto se refleja no solo en la difícil situación económica y social del país sino también en el buen funcionamiento, en la productividad y en el desarrollo de muchas empresas e instituciones.

Quiero aclarar que pienso que tanto los jóvenes como la personas maduras tienen los mismos derechos al trabajo y al desarrollo personal y profesional, que el éxito que puedan alcanzar las personas debe ser relativo al esfuerzo, a la preparación y formación, a la ética, a la capacidad de enfrentar y de asumir responsabilidades, al aporte y participación familiar y social, etc. Y que aquellas personas que obran en representación de los empleadores, tomando decisiones de tanta importancia, deben actuar en consciencia, con ética, con responsabilidad, tomando decisiones sanas y equitativas pensando siempre en hacer lo mejor.

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