viernes, 28 de octubre de 2016

Héroe virtual

Al parecer un hombre pretendía quitarse la vida. Se le veía caminar temerario y ansioso sobre la cornisa que rodeaba el antiguo edificio. Si caía desde allí su muerte era segura, nadie podría salvarse desde semejante altura.
El sol ya se había ocultado y las sombras de la noche se hacían presentes. Todos estábamos aterrados; algunas personas gritaban y le hacían señas con las manos para que abandonara su intención.
—¡Oh, Dios, es un héroe!— Apareció la figura de otro hombre que sin tregua tomó por el cuello al desgraciado suicida. Lo apretaba fuertemente y por más que el acróbata intentaba zafarse, no podía; sus piernas flotaban en el aire.
 Hubo grandes aplausos y exclamaciones de admiración. Llegaron los medios de comunicación, los bomberos, la policía; incluso apareció un estruendoso helicóptero de rescate sobrevolando el edificio; se acercó arriesgadamente y alumbró con un fuerte chorro de luz la épica escena.
¡Vaya sorpresa! Ahora sí podíamos ver con claridad lo que estaba sucediendo:
El supuesto suicida se aferraba con todas sus fuerzas a las ropas del hombre que antes lo había tomado por el cuello; era una aterradora batalla en la que uno de ellos pugnaba por arrojar al otro al vacío y la asustada víctima luchaba por salvar su vida. Finalmente se escuchó un grito espeluznante y un cuerpo cayó al vacío. “El héroe" desapareció en la oscuridad.

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